lunes, 30 de noviembre de 2015
Antecedentes históricos de la Opera
La historia de la opera se corresponde al movimiento barroco, tuvo sus antecentes en diversas formas de representación que provenían del medievo y el renacimiento. Así, entre los antecedentes de la ópera, pueden citarse los dramas litúrgicos que surgieron a mediados del siglo IV, en los oficios religiosos. Con el objeto de fortalecer la fe, se exhibían alegorías en donde los monjes representaban historias sagradas. Más tarde, estas manifestaciones dramáticas pasaron a representarse en los atrios de la Iglesias. Estas representaciones denominadas "Misterios" abandonaron el latín para utilizar las lenguas vernáculas e incorporaban a la puesta coros y música instrumental.
Y entre las vertientes profanas, deberíamos mencionar a los "Juegos", que eran representaciones con algún margen de improvisación que, incluyen partes cantadas y otras habladas, abordada temas sentimentales, satíricos, bufonescos e incluso cómicos. Una obra emblemática de este género fue le "juego de Robin y Marion" de Adam de la Halle en el siglo XIII. También fueron un antecede las "mascaradas" espectáculo basado en el enredo en el cual intervenía la música y la danza; y los "entremeses" que eran pantomimas que solían representarse en los banquetes de los señores, en los intervalos que mediaban entre plato y para disfrute de la concurrencia.
lunes, 23 de noviembre de 2015
El Teatro la Fenice
La Fenice (el fénix) es un teatro de la ciudad de Venecia (Italia), considerado uno de los teatros de ópera más famosos por haberse estrenado en él muchas de las óperas italianas más conocidas. Inaugurado en 1792, tras dos incendios en 1836 y 1996, continúa en activo desde 2003.
En 1774, el Teatro San Benedetto, el teatro de ópera más importante de Venecia con más de cuarenta años de historia, fue destruido por un incendio. Poco después de su reconstrucción surgió una disputa legal entre la compañía que lo administraba y los propietarios, la familia Venier. La disputa fue ganada por la familia, por lo que la compañía decidió construir por su cuenta un nuevo teatro en el Campo San Fantin.Las obras se iniciaron en junio de 1790, y terminaron en mayo de 1792. El nuevo teatro fue nombrado La Fenice para honrar el resurgimiento de la compañía, primero de sus cenizas, y luego de su mudanza. La Fenice se inauguró el 16 de mayo de 1792 con una ópera de Giovann Paisiello llamada I Giochi di Agrigento.
Ya a comienzos del siglo XIX la reputación europea de La Fenice era alta. Gioacchino Rossini produjo allí dos óperas, Vincenzo Bellin estrenó otras dos y Gaetano Donizetti regresaba triunfal a Venecia luego de diecisiete años en Milán y Nápoles.
En diciembre de 1836 un nuevo desastre se ensañó contra el teatro. El fuego lo consumió nuevamente y tuvo que ser reconstruido rápidamente, reabriendo sus puertas el 26 de diciembre de 1837.
En 1844 se inició la colaboración de Giuseppe Verdi con el teatro, con una producción de Ernani durante la temporada de carnaval. Luego se sucedieron los estrenos de Attila, Rigoletto, La Traviata y Simón Boccanegra.
Durante la Primera Guerra Mundial, La Fenice fue cerrada y cuando reinició sus actividades lo hizo con muchas producciones, y atrayendo a grandes cantantes y directores del mundo. En 1930 la Bienal de Venecia iniciaba el primer Festival Internacional de Música Contemporánea, en el que se presentaron compositores como Ígor Stravinski y Benjamin Britten. En ediciones posteriores de este festival se han presentado también Luciano Berio, Luigi Nono y Sylvano Bussotti.
El 29 de enero de 1996 otro incendio destruyó completamente el teatro. Se descubrió que el incendio fue provocado y un juzgado de Venecia encontró culpables a dos electricistas (Enrico Carella y Massimiliano Marchetti) que tenían problemas contractuales con la compañía. Los trabajos de reconstrucción se iniciaron en 2001 y culminaron con la reapertura del teatro el 14 de diciembre de 2003, con un concierto inaugural con obras de Beethoven, Wagner y Stravinski. La reconstrucción estuvo a cargo del arquitecto Aldo Rossi quien respetó el estilo original del siglo XIX. Algunas personas criticaron que se haya perdido la oportunidad para construir un nuevo teatro.
sábado, 14 de noviembre de 2015
El libreto en la Ópera
El libreto es el texto de una ópera. Se puede tratar de una creación original, a menudo escrita por famosos poetas o novelistas (como Hugo von Hofmannsthal y Stefan Zweig para las obras de Richard Strauss), pero también puede ser la adaptación de piezas de teatro (Shakespeare fue una gran fuente de inspiración para los libretistas), cuentos o novelas. Los sujetos que se desarrollan en el libreto son variados: amor prohibido, infidelidad, venganza, sed de poder, la guerra, mitos, antiguos o eventos históricos.
Con tales temas, la ópera habita en un universo donde las pasiones humanas explotan. Amor , tragedia y muerte suelen estar en el centro de la acción. Los personajes, a veces se debaten entre sus sentimientos y el deber, se enfrentan a situaciones extraordinarias y se dejan llevar por la exacerbación del sentimiento. Este exceso de ardor les consume, y suele llevar a cometer actos de violencia y a veces, hasta la muerte. Amor a primera vista, el sacrificio, el encanto, el coraje, el suicidio y el asesinato cohabitan en el libreto. Algunos personajes son castigados por sus crímenes, otros encuentran la redención o se ven afectados por el remordimiento ... pero a veces ¡también hay un final feliz!
¿Qué es la Ópera?
La Ópera es una arte total en el que confluye la música, el canto, la poesía, las artes plásticas y, en ocasiones, la danza. En cada obra todos los componentes de la Ópera combinan su expresividad y belleza. Esta compleja alquimia hace que cada función sea un espectáculo extraordinario, monopolizando la vista, el oído, la imaginación y la sensibilidad del público, en el que todas las pasiones humanas están en juego. Antes del siglo XX, la dimensión teatral de la Ópera era marginal. En el siglo XVII, las representaciones eran más bien estáticas, pareciéndose más a un concierto con vestuario. La puesta en escena ganó importancia cuando la programación de los teatros de Ópera se centró más en el repertorio existente que en nuevas creaciones. Soló es en el siglo XX que el canto y la puesta en escena empiezan a ser vistos con la misma importancia. Los escenarios operísticos, sin embargo, han sido siempre fascinantes, con espectaculares efectos visuales y gran maquinaria. Las posibilidades escénicas se beneficiaron del desarrollo tecnológico, y hoy en día los efectos especiales, tecnología digital y las proyecciones visuales se usan en muchas de las producciones. Un montaje no es una simple ilustración de una obra, pues requiere un concepto o un sentido. El director sugiere una visión para una ópera. Este punto de vista puede estar cerca del libreto y de las concepciones del autor, o puede ser una interpretación más personal. Algunos directores de escena transponen la acción en otra era, en otras situaciones o en un contexto intemporal e inmaterial.
Estas transposiciones ponen de manifiesto ciertas dimensiones de las obras y enriquecen su significado revelando aspectos desconocidos. Por ejemplo, en una producción moderna, los temas que suceden en una ópera barrica pueden representarse de un modo muy actual. Estas perspectivas cambian la manera en que el público percibe y comprende las obras. De esta manera, la ópera se recrea y se reinventa constantemente. Antes que suba el telón, nadie sabe qué sucederá en escena. Esto es lo que hace la ópera tan emocionante.
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